Sentencian a más de 145 años de prisión a sicario que participó en masacre

Por Juan José García Amaro

A casi 15 años de una de las peores masacres ocurridas en el estado de Chihuahua, el Tribunal de Enjuiciamiento del Distrito Judicial Morelos, sentenció a 145 años de prisión a uno de los sicarios que participó en el crimen de 13 personas en el poblado de Creel.

Se trata de José Antonio Casavantes Calderón, alias “El Malandro”, quien junto con otros diez sujetos, ejecutaron a cuatro familiares del (ex) alcalde, Eliseo Loya Ochoa, a seis estudiantes, un bebé de un año 4 meses, un joven de 17 años de edad y un adulto.

“Los hechos por los que José Antonio C. C., fue sentenciado, se registraron el 16 de agosto de 2008, al exterior del salón de eventos de la Promotora Forestal de la Tarahumara (Profortarah), en donde se llevaba un evento social con gran número de familias.

“El agresor, en compañía de por lo menos otros 10 sujetos, a bordo de tres vehículos y portando armas de grueso calibre, dispararon en contra de las víctimas entre ellas un bebé de 1 año y cuatro meses”, precisó la Fiscalía General del Estado (FGE).

La representación social destacó mediante un comunicado, que esta resolución es la primera sentencia que se obtiene en contra uno de los autores materiales por los hechos ocurridos en la comunidad turística de Creel, municipio de Bocoyna, como parte de la pugna de los grupos del crimen organizado.

“El Tribunal de Enjuiciamiento, determinó además de la sentencia por 145 años y cuatro meses de prisión en contra de José Antonio C. C., el pago de reparación de daño por 469 mil 025 pesos en favor de las familias de cada una de las víctimas”, indicó la FGE.

Asimismo dio a conocer que el ahora sentenciado fue capturado mediante una orden de aprehensión en junio del 2021 en el estado de Sonora y fue trasladado de inmediato a Chihuahua para iniciar el proceso legal en su contra.

Estos hechos se dieron cuando la organización delictiva La Línea sometió al gobernador José Reyes Baeza Terrazas, quien, al pedir el auxilio del presidente Felipe Calderón, éste, envió miles de elementos de la Policía Federal y del Ejército para ‘apaciguar’ Chihuahua, lo cual, nunca sucedió. El estado se pintó de sangre.