Defensa envía un email a Donald Trump: La soberanía de México no es negociable

En su discurso ante la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el titular de la Defensa, expresó que la historia ha enseñado que la lealtad a la nación no solo atañe a los militares, sino que se encuentra arraigada en cada mexicana y mexicano, que aspira a heredar un mejor país a las generaciones futuras.
Por Juan José García Amaro.
Tras las múltiples amenazas lanzadas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al gobierno de México, en la conmemoración del 112º Aniversario de la Marcha de la Lealtad, que se celebró en el Castillo de Chapultepec, el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, advirtió que la soberanía no es negociable.
En su discurso ante la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el titular de la Defensa, expresó que la historia ha enseñado que la lealtad a la nación no solo atañe a los militares, sino que se encuentra arraigada en cada mexicana y mexicano, que aspira a heredar un mejor país a las generaciones futuras.
“La lealtad obliga a quienes la practican a ser íntegros, honestos, honorables y valientes: muy valientes a cultivar un sentimiento de confianza mutua, de respeto, de unidad y nacionalismo que promueva la cohesión social para alcanzar los objetivos nacionales.
“Este es el anhelo que une a las instituciones, a la sociedad, a cada mexicana y mexicano, y que impulsa a las fuerzas armadas a cumplir con determinación y firmeza nuestra misión más importante: Defender la integridad, independencia y soberanía de la nación…
“Porque estamos conscientes que como lo ha señalado nuestra comandanta Suprema y es una convicción compartida por la sociedad mexicana: nuestra soberanía no es negociable”.
Trevilla Trejo puntualizó que, a esta misión toral, se suman otras relevantes en beneficio del pueblo de México, como son: el apoyo a la estructura de seguridad pública; la construcción de obras estratégicas; y la aplicación del Plan DN-III-E.
“Tareas que realizamos con humanismo, guiados por la razón y el derecho, y pensando siempre en el bienestar del pueblo, ese mismo pueblo que nos brinda su confianza y respaldo; principales fortalezas del instituto armado que nos permiten, aún con recursos modestos, tener el temple y la certeza para encarar cualquier amenaza que atente contra el país”, explicó el alto mando militar.
Además, en el contexto de las múltiples amenazas que ha lanzado el presidente Donald Trump al Gobierno de México, el líder del Ejército Mexicano, se dirigió a la titular del Ejecutivo federal.
“Doctora Claudia Sheinbaum Pardo:
“En esta primera ceremonia de la Marcha de la Lealtad que preside usted, le expreso en nombre de todos los integrantes de las fuerzas armadas, que es un orgullo que sea nuestra Comandanta Suprema, no solo por ser la primera mujer en ocupar este cargo, sino por su valentía, sensatez y amplio nacionalismo.
“Comprendemos la trascendencia del momento que vive nuestro país, por ello, las instituciones armadas ponemos a disposición de las y los mexicanos, nuestra gran lealtad, para contribuir en la seguridad y en el desarrollo nacional… así ha sido y así será siempre.
“Hoy, a 112 años de la Marcha de la Lealtad, civiles y militares debemos continuar reavivando el espíritu virtuoso de nuestros héroes. Debemos inspirarnos en ellos, para seguir fortaleciendo día con día, nuestra justicia, democracia y libertad: Marchemos con lealtad juntos hacia las mejores causas de México”, arengó.
En esta ceremonia protocolaria, Trevilla Trejo, dio un repaso a la historia de este emblemático plantel, y de los que en él estuvieron, como los llamados “Niños héroes de Chapultepec”. Aquí el mensaje:
“Un domingo como hoy, pero de hace 112 años, en este mismo lugar, se inmortalizó “La Marcha de la Lealtad”; significativo episodio de nuestra historia que fue enmarcado por la valentía y determinación de los alumnos del Colegio Militar, ante la sublevación que intentaba derrocar al presidente Francisco I. Madero, poniendo en riesgo el orden constitucional.
“Derivado de esta revuelta el Apóstol de la Democracia recurrió a los jóvenes cadetes, para que lo escoltaran en columna de honor desde este alcázar hasta Palacio Nacional, para demostrar al pueblo de México que la confabulación había sido suprimida.
“Este acto de lealtad de los jóvenes cadetes ya tenía antecedentes en nuestra historia: durante los disturbios del Plan de Montaño en 1827, en el Motín de la Acordada en 1828 y en la rebelión encabezada por José Urrea en 1840.
“En este último evento, poco conocido, también los cadetes hicieron uso de las armas para combatir a los sublevados y proteger a la figura presidencial.
“Después de este episodio en el que perdiera la vida Juan Rico, a la edad de 15 años, primer cadete caído en un acto de lealtad, el valor y la entrega demostrados por los jóvenes alumnos, fueron reconocidos por el entonces teniente coronel Mariano Monterde, subdirector del plantel, en un informe escrito el 30 de julio de 1840, en el que puntualizó lo siguiente:
“Inicio cita: En todas partes se vieron rasgos de heroicidad y valor, y estos hechos pronostican lo que vendrá a ser con el tiempo el Ejército Mexicano, todos los que han concurrido a los puestos avanzados en estos días de lucha, han visto batirse a los alumnos de manera que han acreditado su pericia no solo para lucir en un día de parada, sino para sostener, cuando se ofrezca, con su sangre, los caros derechos de la patria” … fin de la cita.
“Estos actos de honor y de lealtad fueron evocados más adelante por el presidente Madero, quien el 4 de diciembre de 1911, en un mensaje también les expresó a los cadetes lo siguiente:
“Inicio cita: Es un orgullo nacional este plantel, en donde los alumnos adquieren conocimientos tan profundos, una educación tan sólida y llegan a amoldar su carácter para servir en el Ejército Nacional y para estar siempre dispuestos a derramar la sangre por la patria a la primera voz de mando… fin de la cita.
“Los pensamientos de Mariano Monterde y del presidente Madero, fueron visionarios; hoy en día, el Colegio Militar, con esas hazañas heredadas, principalmente la de la batalla de Chapultepec de 1847 acontecida en este recinto, conforman los cimientos de lealtad que sostienen a las fuerzas armadas modernas de México y que intentaré resumir en dos frases:
“Lealtad siempre a la figura presidencial y a las instituciones de la República, pero, sobre todo, lealtad siempre a la nación mexicana misma, libre, íntegra, soberana e independiente”, concluyó.