El Papa Francisco ha partido a la Casa del Padre: Camarlengo Farrell

En su encuentro con más de 40 mil asistentes a la Plaza de San Pedro, el Papa imparte la bendición “Urbi et Orbi” en el Domingo de Pascua del Año de Gracia 2025.
Por Juan José García Amaro.
Pocas horas después de dar la bendición Urbi et Orbi a los más de 40 mil fieles que asistieron a la misa del Domingo de Resurrección, el Papa Francisco, “regresó a la casa del Señor”, anunció visiblemente abatido el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Sede.
De acuerdo a la información que surgió esta madrugada, se dio a conocer que el Santo Pontífice falleció a las 07:35 de este lunes de Pascua en la Casa Santa Marta, donde horas antes, conversó con el vicepresidente de los Estados Unidos, James David Vance.
El lamentable fallecimiento del Papa Francisco se da tras numerosas complicaciones respiratorias que padeció por poco más de dos meses, los cuales, culminaron con una larga hospitalización, hasta que este domingo, reapareció en el Vaticano en silla de ruedas para encabezar el Domingo de Resurrección. Su estado de salud, era frágil.
“Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre.
“Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados.
“Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino”, destacó en su mensaje el Camarlengo al lamentar el fallecimiento del Papa a sus 88 años de edad.
El Papa en el Urbi et Orbi: ¡No más estruendos de armas!
En el mensaje pascual, leído por Monseñor Diego Ravelli, maestro de las Ceremonias Litúrgicas Pontificias, el Papa Francisco, al reiterar su llamado al alto el fuego en Gaza, pidió la liberación de los rehenes israelíes y el envío de ayuda humanitaria a los hambrientos. Repasando diversas realidades conflictivas en el mundo, recordó que la paz no es posible sin un verdadero desarme.
“Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Pascua!”
Estas fueron las breves y sentidas palabras del Papa Francisco al asomarse este Domingo de Pascua, 20 de abril de 2025, a la logia central de la Basílica de San Pedro para la bendición “Urbi et Orbi” (de la ciudad de Roma al mundo entero), tras la santa misa presidida por el
cardenal Angelo Comastri, por decisión del Pontífice.
El tradicional mensaje pascual fue leído este año por monseñor Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice. Otros dos cardenales se encontraban a ambos lados del Papa en la Logia: el protodiácono Dominique Mamberti y Fernando Vérgez Alzaga, presidente emérito de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Este gesto, lleno de esperanza y de fe, marcó no solo la celebración de la Resurrección de Cristo, sino también un testimonio de su fortaleza y dedicación pastoral, a pesar de las adversidades físicas que ha enfrentado en las últimas semanas.
En lo que fue otro momento especialmente conmovedor ocurrió al final de la homilía, cuando Francisco subió al papamóvil y recorrió la Plaza de San Pedro, saludando a los numerosos peregrinos que se manifestaron felices de verlo de cerca, en lo que representó una despedida que nadie esperaba.
El Obispo de Roma enfatizó que “desde el sepulcro vacío de Jerusalén llega hasta nosotros el sorprendente anuncio: Jesús, el Crucificado, “no está aquí, ha resucitado. No está en la tumba, ¡es el viviente!”. Asimismo, resaltó que “el amor venció al odio. La luz venció a las tinieblas. La verdad venció a la mentira. El perdón venció a la venganza. El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá hasta el final, pero ya no tiene dominio, ya no tiene poder sobre quien acoge la gracia de este día”, destacó.
Dirigiéndose a quienes sufren el dolor y la angustia, Francisco les dijo que sus gritos silenciosos han sido escuchados, sus lágrimas han sido recogidas, ¡ni una sola se ha perdido!
“En la pasión y muerte de Jesús, Dios ha cargado sobre sí todo el mal del mundo y con su infinita misericordia lo ha vencido; ha eliminado el orgullo diabólico que envenena el corazón del hombre y siembra por doquier violencia y corrupción. ¡El Cordero de Dios ha vencido! Por eso hoy exclamamos: “¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!”.
El Santo Padre recordó que la resurrección de Jesús es el fundamento de la esperanza y que a partir de este acontecimiento, esperar ya no es una ilusión. “Gracias a Cristo crucificado y resucitado, la esperanza no defrauda. ¡Spes non confundit! Y no es una esperanza evasiva, sino comprometida; no es alienante, sino que nos responsabiliza”, escribió Francisco.
“Los que esperan en Dios ponen sus frágiles manos en su mano grande y fuerte, se dejan levantar y comienzan a caminar; junto con Jesús resucitado se convierten en peregrinos de esperanza, testigos de la victoria del Amor, de la potencia desarmada de la Vida”, dijo.
Francisco llama a buscar a Cristo vivo en cada rincón de la existencia
En su mensaje pascual, Francisco llama a buscar a Cristo vivo en cada rincón de la existencia. Desde la Plaza de San Pedro, en la homilía leída por el Cardenal Angelo Comastri, el Papa recuerda que la Pascua no es una historia del pasado. Es una invitación a salir, a buscar …
El Papa exclamó: “Cuánta voluntad de muerte vemos cada día, en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes”.
En dicho contexto, el Pontífice expresó su anhelo de que volvamos a tener esperanza y a confiar en los demás, incluso en quien no nos es cercano o proviene de tierras lejanas, con costumbres, estilos de vida, ideas y hábitos diferentes de los que a nosotros nos resultan más familiares; pues todos somos hijos de Dios”.
Paz para Palestina, Israel y para todo el mundo
“Quisiera -insistió Francisco- que volviéramos a tener esperanza en que la paz es posible”. Por ello, deseó que desde el Santo Sepulcro —Iglesia de la Resurrección—, donde este año la Pascua será celebrada el mismo día por los católicos y los ortodoxos, “se irradie la luz de la paz sobre toda Tierra Santa y sobre el mundo entero”. Una vez más, el Obispo de Roma se mostró próximo al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino.
Más aún, Bergoglio se manifestó preocupado por el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo. Al mismo tiempo, Francisco tiene presente a la comunidad cristiana de Gaza, “donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria”, lamentó.
Luego, el sucesor de Pedro instó a las partes beligerantes a cesar el fuego, liberar los rehenes y prestar ayuda a la población, “que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”.
Conflictos en el Líbano, Siria, Yemen, Ucrania y Cáucaso Meridional
En su aparición, el Papa Francisco invitó a orar por las comunidades cristianas del Líbano y de Siria, “que ansían la estabilidad y la participación en el destino de sus respectivas naciones”. En dicha línea, exhortó a toda la Iglesia a acompañar con atención y con la oración a los cristianos del Oriente Medio. Además, se refirió al pueblo de Yemen, que está viviendo una de las peores crisis humanitarias prolongadas del mundo a causa de la guerra y solicitó buscar soluciones por medio del diálogo constructivo.
El Santo Padre auguró que “Cristo resucitado infunda el don pascual de la paz a la martirizada Ucrania y anime a todos los actores implicados a proseguir los esfuerzos dirigidos a alcanzar una paz justa y duradera”. Incluso aludió al Cáucaso Meridional y alentó a rezar “para que se llegue pronto a la firma y a la actuación de un Acuerdo de paz definitivo entre Armenia y Azerbaiyán, que conduzca a la tan deseada reconciliación en la región”.
La esperanza del Papa también es que la luz de la Pascua inspire propósitos de concordia en los Balcanes occidentales y sostenga a los actores políticos en el esfuerzo por evitar que se agudicen las tensiones y las crisis, como también a los aliados de la región en rechazar comportamientos peligrosos y desestabilizantes.
En otro pasaje del texto, Francisco implora la paz y el consuelo a los pueblos africanos víctimas de agresiones y conflictos, sobre todo en la República Democrática del Congo, en Sudán y Sudán del Sur, y sostenga a cuantos sufren a causa de las tensiones en el Sahel, en el Cuerno de África y en la Región de los Grandes Lagos, como también a los cristianos que en muchos lugares no pueden profesar libremente su fe”.
“Allí donde no hay libertad religiosa o libertad de pensamiento y de palabra, ni respeto de las opiniones ajenas, la paz no es posible”, puntualizó.
La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme: Francisco
El Papa aclaró que la exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme. El Papa añadió que la luz de la Pascua nos invita a derribar las barreras que crean división y nos invita a hacernos cargo los unos de los otros.
Con dicho espíritu de solidaridad, pidió que no falten auxilios al pueblo birmano, atormentado desde hace años por conflictos armados, que afronta con valentía y paciencia las consecuencias del devastador terremoto en Sagaing, que ha causado la muerte de miles de personas y es motivo de sufrimiento para muchos sobrevivientes, entre los que se encuentran huérfanos y ancianos.
“Recemos por las víctimas y por sus seres queridos, y agradezcamos de corazón a todos los generosos voluntarios que están realizando actividades de socorro. El anuncio del alto el fuego por parte de los actores implicados en ese país es un signo de esperanza para todo Myanmar”, expresó.
El Sucesor de Pedro aprovechó la ocasión para llamar a los que desempeñan responsabilidades políticas a no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo. Estas son las “armas” de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte, aseguró.
El Papa se reúne en privado con vicepresidente de Estados Unidos

Este Domingo de Resurrección, poco después de las 11:30, en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco tuvo un breve encuentro privado con el vicepresidente de los Estados Unidos de América, James David Vance. Así lo anunció la Oficina de Prensa de la Santa Sede, explicando que el encuentro, que duró pocos minutos, sirvió para intercambiar los saludos pascuales.
Cabe destacar, que en su viaje a Italia con su familia, Vance fue recibido este sábado 19, por la mañana en la Secretaría de Estado por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, acompañado por el Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales.
Fue una conversación cordial, durante la cual, se renovó el compromiso común de proteger el derecho a la libertad religiosa y a la libertad de conciencia. También se intercambiaron puntos de vista sobre la situación internacional, especialmente sobre los países marcados por la guerra, las tensiones políticas y las situaciones humanitarias difíciles, con especial atención a los emigrantes, los refugiados y los prisioneros. Por último, al margen del encuentro de Estado con las autoridades de El Vaticano, el viernes 18 por la tarde, el Vicepresidente había participado, con su esposa y sus tres hijos, en la Celebración de la Pasión en la Basílica de San Pedro, la cual fue presidida por el Cardenal Claudio Gugerotti, Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.