Autopsia parcial de un documento
Por Rafael Cardona
El comunicado colectivo elaborado en Chiapas, después de la visita de turismo arqueológico y confirmación ideológica en contra de las maldades del imperio de algunos presidentes de América Latina y el Caribe, en cuyo almuerzo se sirvieron enormes platos de lengua para todos, es verdaderamente un monumento a la nada.
El mamotreto tiene casi mil palabras. Muchas de ellas son absolutamente inútiles. Largos párrafos como este, por ejemplo, uno de los varios en los cuales se subdivide el papelote.
“A la luz de lo anterior, acordamos:
“Primero. Elaborar un plan de acción para el desarrollo basado en los objetivos prioritarios, y entendiendo las realidades (no dice cuáles son las realidades, de cada país, para atender las causas estructurales de la migración irregular en la región.
En este sentido, se acordaron las siguientes áreas prioritarias
-Autosuficiencia y soberanía alimentaria (nadie lo ha conseguido), con la recuperación del sector agrícola.
-Protección, conservación, y restauración del medio ambiente (tanto como en la selva de Quintana Roo afectada por el Tren Maya, más o menos).
-Empleo digno, educación (mejor ni hablamos), y desarrollo de capacidades técnicas y tecnológicas (con el actual Conachyt).
-Seguridad energética, incluyendo energías renovables de avance hacia la descarbonización (con Dos Bocas como ejemplo).
-Autosuficiencia sanitaria (ternurita sin vacuna) y comercio e inversión intrarregional para el desarrollo socioeconómico.
-Combate al crimen organizado transnacional, al tráfico de personas, la corrupción (no podía faltar), fomentando la cooperación en seguridad (¿con 200 mil muertos o así nomás?)”.
Esas pocas palabras se describen los males de una región empobrecida por muchísimos factores cuya acumulación a lo largo de los siglos, no se va a resolver así nada más por parlotear propósitos.
Si esos planteamientos fueran posibles en el corto plazo, revertirían 500 años de atraso, pobreza, miseria e ignorancia.
“…Enfrentar conjuntamente la realidad migratoria bajo el enfoque de derechos humanos (¿cómo ocurrió con los venezolanos quemados en Ciudad Juárez, o de otra manera?), priorizando en todo momento el bienestar de nuestros pueblos, requiere de responsabilidad compartida y cooperación para lograr resultados a partir de abordar las causas estructurales y los flujos migratorios, los cuales deben ser gestionados conjuntamente entre los países de origen, tránsito, destino, y retorno.
…priorizandoentodomomentoelbienestardenuestrospueblos, re-quierederesponsabilidadcompartidaycooperaciónparalograresul-tadosapartirdeabordarlascausasestructuralesylosflujosmigrato-riosloscualesdebensergestionadosconjuntamenteentrelospaíses deorigentránsitodestinoyretorno….
¿Y eso qué es? Pues nada, un rollo infame.
A ver: ¿cómo les propone México a sus fraternos vecinos “autosuficiencia sanitaria y comercio e inversión intrarregional para el desarrollo socioeconómico”, cuando en nuestras farmacias (incluyendo la gigantesca promesa no lograda todavía), no hay ni medicinas, para el cáncer, ni vacunas Covid?
– ¿Tendrá también el resto de Latinoamérica un sistema de salud como el de Dinamarca tal el nuestro? Averígüelo, Vargas
“Para tal efecto, México pondrá a disposición inmediata a los países aquí reunidos, su oferta de cooperación y asistencia técnica (como ocurrió cuando Pedro Sánchez despeñaba al Perú) respecto a estas áreas a través de los siguientes programas:
Sembrando Vida (sembrando caguamas, le dicen), Jóvenes Construyendo el Futuro, cooperación en materia de petróleo, gas, electricidad y energías renovables; la plataforma de armonización regulatoria de cara a la creación de una Agencia de Medicamentos de América Latina (donde se hacen vacunas sin respaldo científico al menos de la OMS).
“Hacer un llamado a que los países de destino adopten políticas y prácticas migratorias acordes con la realidad actual de nuestra región…” Eso tampoco lo entienden los cubanos de los pies secos o los venezolanos que nos remiten aquí…
“…Contribuir decididamente conforme a las capacidades de cada país, a apoyar a la República de Haití en sus esfuerzos junto con la comunidad internacional y las Naciones Unidas en particular, a fin de restablecer (¿?) Un entorno de seguridad humana para la normalización de la situación política (la normalización haitiana por decreto colectivo), económica, y social con un enfoque de desarrollo sostenible… No hay nada tan latinoamericano como la oratoria y la pérdida del tiempo.