septiembre 20, 2024

A paso firme y de frente: Maru atiende los problemas añejos de Ciudad Juárez

Por ejemplo, un sistema de transporte que nunca se había atendido a fondo está en proceso de relanzarse desde sus cimientos, cancelando concesiones que tenían años sin ser atendidas y trayendo camiones nuevos a una ruta troncal que fue abandonada durante el sexenio anterior, pasando además por corregir errores de diseño que habrían hecho colapsar el sistema incluso antes de empezar.

Por Juan José García Amaro.

A dos años de haber iniciado su gobierno, vale la pena reflexionar lo que realmente ha hecho el gobierno de Maru Campos en Ciudad Juárez antes de irse con los gritos de los que en todo ven problemas y se olvidan de las soluciones.

No se puede ocultar el sol con un dedo. Falta mucho por hacer desde hace mucho tiempo, pero tampoco, ningún gobernante había querido entrar a los temas agudos de la frontera, pues sabían que no iban a dejarles dividendos en el corto plazo.

Para políticos de corta visión, no era conveniente pensar en soluciones de largo aliento.

Tener claro que problemas tan añejos como la inseguridad, el transporte público o la falta de servicios no se resuelven en seis años, implicó una disyuntiva que sólo podía definirse con altura de miras.

El gobierno de Maru supo que si se enfocaba en la raíz de los problemas era muy probable que no alcanzara a ver el resultado en poco tiempo, y por lo mismo la solución final quizá no podría acariciarse antes del fin del sexenio.

Hacer obras de corto plazo para recibir laureles o dejar puestos los cimientos para que el beneficio sea permanente para la sociedad, aunque el corte del listón lo lleve a cabo el próximo gobernante. Ese fue el dilema.

Con los problemas explotando en cada área del gobierno, fue necesario mantener el rumbo y tener clara la ruta de navegación. Antes de pensar en obras espectaculares había que ordenar las finanzas y a partir de ahí todo puede mejorar, lo que ha ocurrido.

Por ejemplo, un sistema de transporte que nunca se había atendido a fondo está en proceso de relanzarse desde sus cimientos, cancelando concesiones que tenían años sin ser atendidas y trayendo camiones nuevos a una ruta troncal que fue abandonada durante todo el sexenio anterior, pasando además por corregir errores de diseño que habrían hecho colapsar el sistema incluso antes de empezar.

Lo mismo ocurre con el tema de la seguridad. Una estrategia ciega y descoordinada llevó a las corporaciones a esconderse detrás de sus colores partidistas y repartirse culpas, mientras los grupos criminales se empoderaron desde la sierra hasta la frontera. Hoy están sentados a la mesa en un diálogo constante que produce resultados y donde no es importante qué corporación tiene más éxito sino la fuerza que se logra al estar todos unidos con un solo objetivo.

Ir al fondo del problema implicó establecer una plataforma de videovigilancia con tecnología de última generación cuya información de inteligencia es compartida por todas las corporaciones y ya permite realizar acciones contundentes contra el crimen.

Claro que ha habido resistencias. A ningún delincuente le gusta que le digan que va a ser vigilado.

A dos años de distancia la estrategia empieza a consolidarse y es seguro que antes de llegar a la mitad del camino el repliegue de los violentos será inevitable.

Nada de esto puede hacerse en poco tiempo y si así hubiera sido, habríamos visto una solución a ‘medias’, como tantas que ha padecido nuestra frontera.

Tuvo que ser una mujer la que estuviera dispuesta a absorber el costo político de críticas estridentes y apostarle a la solución más lenta pero también más segura. La del largo plazo. Poner orden en la casa significa limpiar el cochambre detrás de la estufa, no sólo darle un trapazo a las hornillas.

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