septiembre 20, 2024

Bon Appetit | ¡Otra!, ¡otra!, ¡otra!…

¡Ropa que vendan!, ¡Zapatos usados!, cantaban los infantes en la popular pieza del ‘Ropavejero’, de Cri-Cri…

Por Mario Héctor Silva

Hasta el finado y legendario Obispo de la Diócesis de Juárez, Don Manuel Talamás Camandari, cuyo nombre lleva el auditorio del Seminario Conciliar, hubiera ‘muerto’ de risa, frente a los talentosos niños pertenecientes al Coro Juvenil Salesiano que montaron un excelente ‘show’ de canto, música y hasta teatro guiñol.

Más de 30 voces de infantes, guiados por Juan Pablo, el director de música, y el tecladista, Jorge Vargas, dejaron el ‘alma’ sobre el proscenio, con diversas canciones que interpretaron a lo largo de poco más de una hora en el viejo auditorio que sigue recordando la figura de Don Manuel Talamás, que debió haber estado ‘revolcándose’ en el cielo de felicidad, al escuchar al unísono las voces del coro.

El conductor que presentó al coro, al director de música y al ejecutor del órgano que daba vida a la interpretación de ‘El Ropavejero’ y “Dime abuelita’, entre muchas otras piezas, hizo gala de sus habilidades para conectar con los poco más de 120 asistentes que en su ‘mundo’ gozaban del concierto denominado ‘Imagina’.

Y fue más allá, y hasta audaz, cuando el hombre que le daba voz al muñeco, les reclamó a los asistentes su timidez al final del concierto, y hasta les dijo que sí iban y le aplaudían, y les pedían otra (canción), otra y otra, a Espinoza Paz, a Jenny Rivera y hasta Paquita la del Barrio, y no lo hacían con los niños del coro que estaban terminando su participación musical.

Allí si gritan ¡otra!, ¡otra, ¡otra!, les dijo el conductor de la obra presentada en el pequeño auditorio del seminario.

Los candiles de color amarillo, rojo y verde, que pendían sobre el proscenio, le daban ‘colorido’ especial al montaje del concierto y contrastaba con la penumbra de la zona de butacas que, sobre las 35 hileras del auditorio, fueron ocupados por familiares y amigos que fueron invitados al concierto.

Nadie se lo quería perder, a pesar de que el teatro no tuvo siquiera la mitad de su capacidad.

Muchos teléfonos encendidos tomando video y fotografías a los ‘genios’ del canto y la música, mientras que el conductor, lucía unos lentes, al estilo de Raúl Velasco, el eterno hombre de la televisión ‘Siempre en Domingo’, que se encargaba de presentar a todos los artistas de Televisa.

El concierto, el colofón de un extraordinario trabajo y participación de muchas personas que preparan y dan educación especial a los niños del coro, incluidos empresarios y patrocinadores.

Muchos de los talentosos niños, por no decir que la mayoría, viven en condiciones económicas adversas y complejas.

¡Me llego al Cora!, y tengo la ligera sospecha, de que, “era para mí, para ella, para él… y para todos, dijo el ‘Velasco’ en la conducción, que animó la presentación del concierto.

El carismático muñeco dio las gracias a la maestra Abigail Vázquez, a Manuel Chacón de la O, a Juan Pablo, el director del coro y al hombre de los teclados, Jorge Vargas.

Y luego dijo en tono mofa, que, “recibir más aplausos, no es de Dios”.

Ya se imaginan cómo hubiera gozado el finado jefe de la casa del gobierno eclesial.

Esas fueron las voces de la ciudad del Coro Juvenil Salesiano, que impulsa la organización de Desarrollo Juvenil del Norte A.C.

Un espectáculo digno de escucharse y un coro que indudablemente, tiene calidad y futuro, como lo profetizó Vicky Caraveo, una mujer altruista y una mujer muy comprometida con las mujeres, los niños y la sociedad de Ciudad Juárez.

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