mayo 22, 2025

Francisco un trabajador que vivió su misión con pasión: Fernández

A propósito de los años en que Jorge Mario Bergoglio ejerció su ministerio en Buenos Aires, el cardenal destacó el incansable compromiso del Papa en “su misión” vivida “con gran esfuerzo, pasión, compromiso”, expresó la tarde de este 1 de mayo, Día del Trabajo, “Día de los Trabajadores que eran tan queridos por el Pontífice que ha partido”, lamentó en la Basílica de San Pedro.

Desde mi teclado: Por Juan José García Amaro.

“En verano, si no encontrabas un sacerdote, seguro que lo encontrabas a él”, dijo el cardenal Víctor Manuel Fernández, ex prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, al recordar al Papa Francisco, quien se mantiene presente en cada misa que se ofrece en su memoria de cara al Cónclave en el que se elegirá a su sucesor.

A propósito de los años en que Jorge Mario Bergoglio ejerció su ministerio en Buenos Aires, el cardenal destacó el incansable compromiso del Papa en “su misión” vivida “con gran esfuerzo, pasión, compromiso”, expresó la tarde de este 1 de mayo, Día del Trabajo, “Día de los Trabajadores que eran tan queridos por el Pontífice que ha partido”, lamentó en la Basílica de San Pedro.

Una respuesta al amor de Dios

La Curia Romana, “comunidad de servicio, llamada a colaborar, cada uno en su propio ámbito de trabajo, en el ministerium petrinum, es decir, en el servicio propio del Obispo de Roma”, participó en la celebración en sufragio por el Pontífice, explicó el cardenal, quien en su homilía también presentó al Pontífice “como trabajador”, describiendo “su trabajo diario” como “una respuesta al amor de Dios” y “una expresión de su preocupación por el bien de los demás”.

La vida de Francisco, un estímulo para los trabajadores

El cardenal, de origen argentino, afirmó que Bergoglio “nunca se tomó unos días libres”, y además “nunca salió a cenar, al teatro, a pasear o a ver una película, nunca se tomó un día completamente libre”. “En cambio nosotros, seres normales, no podemos resistir”, observó Fernández, reconociendo en la vida del Pontífice “un incentivo para vivir nuestro trabajo con generosidad”.

Luego de una reflexión personal sobre el modo en que el Papa, especialmente en sus últimos años, llevó a cabo su ministerio: “Para mí era un gran misterio entender cómo podía tolerar, aun siendo un hombre adulto con varias enfermedades, cómo toleraba un ritmo de trabajo tan exigente”.

En la práctica, el Pontífice “no solo trabajó por la mañana con diversos encuentros, audiencias, celebraciones y encuentros, sino también durante toda la tarde», reveló, quien también expresó su opinión sobre la última Semana Santa vivida por Francisco. “Una cosa me pareció verdaderamente heroica: que con las pocas fuerzas que tenía en sus últimos días se fortaleciera para visitar una cárcel”.

El trabajo expresa y nutre la dignidad del hombre

La jornada de celebración de hoy dedicada a los trabajadores fue la oportunidad para que el cardenal resaltara que “para el Papa Francisco, el trabajo expresa y nutre la dignidad del ser humano, le permite desarrollar sus capacidades, le ayuda a incrementar las relaciones, le permite sentirse colaborador de Dios para cuidar y mejorar este mundo, le hace sentir útil a la sociedad y solidario con sus seres queridos”.

“El trabajo, más allá de las dificultades, es un camino de maduración humana y cristiana”, afirmó Fernández, subrayando que el Pontífice consideraba el trabajo “la mejor ayuda para el pobre” y que “no hay pobreza peor que la que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo”. El cardenal citó en este sentido varios discursos de Francisco, como el pronunciado en Génova, donde recordó que todo el pacto social se construye en torno al trabajo.

La falsa meritocracia

El amor del Papa por el trabajo es grande, unido a su “fuerte convicción del valor infinito de cada ser humano, una inmensa dignidad que nunca debe perderse, que en ningún caso puede ser ignorada”. Y considerar la dignidad de cada persona significa, dijo:  “promocionarla”, continuó el cardenal, asegurándose de que pueda desarrollar todo el bien que tiene dentro de sí, que pueda ganarse el pan con los dones que Dios le ha dado, que pueda desarrollar sus capacidades”, por eso “el trabajo se vuelve tan importante.

“Por eso, desterremos la falsa ‘meritocracia’, que lleva a pensar que sólo tiene mérito quien ha tenido éxito en la vida”, como precisó el Pontífice. Pero, “¿acaso los débiles no tienen la misma dignidad que nosotros? ¿Acaso quienes nacen con menos oportunidades tienen que limitarse a sobrevivir? ¿No existe la posibilidad de que tengan un trabajo que también les permita crecer, desarrollarse y crear algo mejor para sus hijos?”, reflexionó el cardenal.

Sé responsable

No faltó la reflexión sobre los trabajadores, que a veces deben trabajar en condiciones desagradables: el deseo del cardenal es que todos puedan encontrar la manera de vivir su trabajo con dignidad y recibir una compensación que les permita mirar hacia adelante con esperanza”. Dirigiéndose a la Curia Romana, Fernández exhortó: Debemos ser responsables, esforzarnos y sacrificarnos en nuestros compromisos. La responsabilidad del trabajo también es para nosotros en la Curia un camino de maduración y plenitud como cristianos.

La devoción de Bergoglio a San José

Por último, el cardenal recordó “el amor del Papa Francisco por San José, aquel trabajador fuerte y humilde, aquel carpintero de un pequeño pueblo olvidado, que con su trabajo cuidaba de María y de Jesús” y aquella costumbre, cuando “tenía un gran problema”, de colocar “una pequeña nota con una súplica” bajo la imagen del santo patrono de la Iglesia universal.

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