Hombres sin nervio; la debilidad, la docilidad
Por Rafael Cardona.
Quejas, denuncias de irregularidad sin atreverse a revelar su verdadero origen ni ofrecer nombre alguno, como decía Lord Alfred del amor vertido hacia el gran poeta Oscar Wilde: soy el lamento que no se atreve a pronunciar su nombre.
Pocos espectáculos tan tristes como esas adhesiones masivas, obligatorias, concurrentes, simultáneas y de falsa sonrisa de políticos convocados todos para aceptar y aun aplaudir los resultados de su adversidad en espera de la misericordia del vencedor, vencedora en este caso, a quien pronto le rendirán –y ya comienzan–, la pleitesía antes dispensada en el camino al gran constructor de la sucesión hoy celebrada, como si en ese sólo hecho se reconociera la futilidad de una contienda arreglada desde el comienzo.
No asistir al fin de la mascarada ha sido la mayor muestra de dignidad de Marcelo Ebrard quien ahora, como solitario funámbulo, recorre la cuerda floja entre la nada y el vacío.
Muestran los demás, el bocado de sapo, el rictus disfrazado de risa complacida, con esbozo de felicidad, cuando elevan los brazos y fingen no darse cuenta de lo evidente para otros: si la elegida desde hace muchos meses tiene ese compendio de virtudes y sabiduría reveladas por el dedo de Dios, ahora, cuando como lengua de fuego el resplandor de la divinidad se posa sobre la cabeza de la “apóstola” (Απόστολος) favorita, vale preguntar, ¿tenía caso contender en su contra? (¿La palabra apóstol tiene femenino? Seguro sí, pues significa enviado).
– ¿Cómo es Claudia Sheinbaum en cuanto a sus antecedentes familiares? Por tratarse de un medio de circulación muy focalizada, muy dirigido a una comunidad específica (Diario judío) y por eso con un enfoque diferente al de las publicaciones más conocidas, reproduzco un texto publicado en sus páginas el pasado 8 de junio.
– ¿Cuál es el origen del apellido Sheinbaum?
“López, García o Cruz, son los apellidos más comunes en México, pero el apellido Sheinbaum es tradicional en otros países y son contadas las personas que lo tienen; sin embargo, es importante entender su origen para conocer más sobre la titular de gobierno de la CDMX.
“En palabras de Sheinbaum, su apellido es de origen judío por sus abuelos, quienes llegaron durante la migración judía a México en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, por ese motivo mantiene el apellido del cual asegura sentirse orgullosa.
–El apellido Sheinbaum no es muy común en México y la jefa de gobierno de la Ciudad de México lo reconoció en algunos de sus Tik-Toks, subrayó que no todos pronuncian bien su apellido e incluso algunos la llaman Claudia “Sherman”, “Shenban” o “Shelban”, pero ¿cuál es la manera correcta de pronunciarlo?
–De acuerdo con los videos que ha publicado se pronuncia como se escucha “Sheinbaum”; sin embargo, ha tomado con humor que sus seguidores no acierten al momento de nombrarla.
– ¿De dónde proviene la familia de Claudia Sheinbaum?
“–Claudia Sheinbaum reconoció que es de origen judío porque sus abuelos llegaron a México en el siglo XX, específicamente, en la década de los 20, en aquel momento ofreció detalles sobre cómo arribaron y resaltó que atravesaron la Segunda Guerra Mundial.
“Sheinbaum, es de origen judío, mis abuelos paternos migraron a principios del siglo XX, originarios de Lituania, del lado materno, mis abuelos maternos son sefardíes, migraron de Bulgaria, en la Segunda Guerra Mundial”.
Agregó que sus creencias son muy cercanas a las judías, pues de pequeña celebraba las tradiciones con sus abuelos, acciones que la tienen muy orgullosa de sus orígenes.
“Soy cercana, finalmente, en la casa de mis abuelos, celebrábamos todas las fiestas judías, soy mexicana, prácticamente toda mi educación es de escuela pública, pero estoy muy orgullosa de mi origen”, expresó Sheinbaum”.
Todo lo anterior no evita el aprovechamiento del símbolo sincrético religioso más importante de México: la imagen guadalupana.
Sin intentar una nueva aportación al guadalupanismo (eso ya lo hizo Paco de la Maza); es posible afirmar como un acto de propaganda pura, un mensaje subliminal, el uso repetido en varias ocasiones, de la imagen guadalupana en los mítines de Claudia Sheinbaum a lo largo del proceso concluido con la recepción del bastón de mando; otro símbolo oportunistamente aprovechado por el presidente de la República, quien hereda la simbología junto con la simpatría.
El conocido periodista Armando Fuentes “Catón”; escribió hace meses (2022):
“…Me desagradó profundamente que Claudia Sheinbaum llevara en una falda la imagen de la Virgen de Guadalupe. Mi disgusto no tiene motivo religioso, sino razón política. Esa acción me pareció el colmo de la demagogia, el extremo de la vulgaridad política”.
Pero esa “vulgaridad política”, tiene antecedentes importantes. La virgen ha sido utilizada en muchas ocasiones como recurso de propaganda o aprovechamiento. Leamos a Reyes de la Maza:
“…Había, pues, que recurrir a la Virgen india, a la mexicana, por lo que el Ayuntamiento pidió al arzobispo que fuese traída la Imagen…
“…El creer que México no tuvo bandera hasta el flamante ejército de las Tres Garantías es estarse engañando; desde el siglo XVII hubo bandera en la tilma juandieguina y suponer en Hidalgo una gran ocurrencia política al enarbolar a la guadalupana en Atotonilco es ignorar que en la conciencia de todos los mexicanos estaba ya plenamente clara, cuando menos desde mediados del siglo XVIII, que la guadalupana era, además de un retrato único de la Madre de Dios, un símbolo patriótico para reconocer y diferenciar a México del resto del mundo, que eso es una bandera.
“…El Patronato produjo en Madrid la «Real Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe de México», en la que el primer congregante y hermano mayor fue el propio Felipe V, firmando con él el Libro la reina y muchos miembros de la nobleza, del alto clero y del comercio…
“Se publicó un libro sobre la Relación y Estado del culto, lustre, progresos y utilidad de la Congregación y se pensó levantar un Santuario en la Capital de la Monarquía a la Virgen Mexicana, además de imprimir 3,000 compendios latinos de la aparición, 40,000 estampas de la guadalupana y 50,000 triduos devotos para que «se bebiese el suceso».
Entre las «utilidades» de la Congregación están: «en la Imagen de Nuestra Señora de México (se) afianza la monarquía, la seguridad de aquellos dominios. . .»
«…Será un cuerpo en quien se pueda cautelar la pérdida frecuentemente lamentada de los caudales de Indias a causa de ser preciso remitirlos o dejarlos encomendados a personas particulares.»
“En México, sin embargo, se exaltó con exageración el devoto gesto del rey sin ver que España lo hacía exclusivamente por su provecho político y económico.
“…Claro que se logró un gran triunfo al lograr México, por medio de su bandera religiosa, ser más conocido en Europa y que las cabezas coronadas de sus soberanos se inclinasen ante la Virgen criolla, a la cual se dedicó una capilla en la iglesia de San Felipe el Real, dedicación que desapareció con la utilidad de Guadalupe en España…”. Como vemos, todo se vale en el aprovechamiento político, hasta el disfraz del guadalupanismo de ocasión.