Los tribunales son los culpables
Por Rafael Cardona
Hace algunos años, suficientes para el conocimiento general, Vicente Fox fue acusado de varias traiciones a la democracia.
La primera falta por la cual se le colgó el Sambenito fue la promoción del juicio de procedencia para desaforar a Andrés Manuel López Obrador y juzgarlo –ya sin fuero–. por desacato por el incumplimiento de un amparo legalmente otorgado.
Después Fox intervino con declaraciones sin prudencia ni continencia en favor la continuidad del gobierno panista. ¡Ya cállate, chachalaca!
Muchos años después, con menos pudor y con más eficacia, L.O., actuó durante todo su sexenio, abiertamente y sin recato, como jefe de Estado, Jefe de Partido y coordinador electoral de Morena.
Y en esas condiciones ahora la presidencia se pone picapleitos porque no le gustó el calificativo ni le parecieron justos los señalamientos. Y de esta manera responde:
“Magistrados afines a grupos opositores del actual gobierno usan su cargo para restringir al presidente de la República y al pueblo de México el ejercicio del derecho a la libre manifestación de las ideas, a la información y a la libertad de prensa, con lo cual tratan de impedir el desarrollo del sistema de vida democrático que establece el artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“En unas cuantas horas, sin hacer una valoración de las manifestaciones y pruebas rendidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y únicamente apoyándose en lo que dijeron los quejosos, resuelven, en contra del primer mandatario y de otros servidores públicos, 19 quejas sobre 36 conferencias de prensa matutinas…
“…Con argumentos baladíes, los magistrados electorales adjudican a las palabras del presidente una intencionalidad distinta de lo manifestado; se convierten en adivinos de la voluntad del presidente; argumentan que, si mencionó alguna palabra, en realidad ésta se refería a Morena, y que, por tanto, hacía propaganda a favor de ese partido.
“Sin embargo, el titular del Ejecutivo federal jamás se pronunció a favor o en contra de algún partido político o candidato(a) en esas conferencias, y sólo manifestó libremente sus ideas políticas, derecho que tiene todo ciudadano en un régimen democrático como el nuestro… entre ellos, el derecho a la información, así como la libre manifestación de las ideas, establecidos en los artículos 6° y 7° de la Constitución, precisamente, como expresión del sistema de vida democrática en el que vivimos. Lo contrario es atentar en contra de nuestra democracia…
“…En ese afán destructor de la democracia de nuestro país, los magistrados electorales se vuelven olvidadizos.
“En 2012, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resolvió que, no obstante que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, entonces presidente de la República, en pleno periodo electoral hizo mención expresa a favor de Josefina Vázquez Mota, candidata de su partido, calificándola como la mejor opción electoral, dichas expresiones eran de índole natural que no implicaron llamados expresos al voto; ahora, resuelven que las expresiones de Andrés Manuel López Obrador, a pesar de que nunca se refirieron a candidato(a) alguno(a) de su partido, sí son violatorias del artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“¿Qué les hace cambiar de opinión?
“Tal vez, el hecho de que estén en contra de la política humanista del presidente, con la cual no concuerdan. Pero eso sólo es subjetividad e ideología en la que supuestamente no deben basarse quienes deben actuar con independencia e imparcialidad al juzgar.
“¿Acaso defienden sus intereses personales? Que el pueblo lo decida.
“Por su parte, la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal promovió recurso de revisión ante la Sala Superior del TEPJF en espera de que ésta (…) revoque la sentencia de los magistrados de la Sala Regional Especializada”.
Este boletín de la presidencia (editado por espacio) debe leerse con musiquita de fondo: yo no fui, fue Teté, pégale, pégale…